"El silencio nunca ha traicionado a nadie", la máxima es de Antoine de Rivarol (1753-1801), escritor francés ahora apenas citado. Satírico autor, otrora célebre por sus epigramas, traductor de Dante, poco antes de morir compuso su epitafio:
Aquí reposa
Antoine, conde de Rivarol.
La pereza
Nos lo había arrebatado
antes que la Muerte.
Y después, añado, nos lo arrebató el olvido.
a.a
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