lunes, 25 de enero de 2010

El antropófago que fui



Si usted sostiene que los sacrificios, cometidos por nuestros antepasados, en lo alto de una pirámide, eran puramente religioso, sin mayor propósito que el de mitigar la voracidad de sus dioses, se engaña. Los antiguos mexicanos practicaban el canibalismo. Está documentado, cuando dos tribus guerreaban no era impensable el gritarle al enemigo, como táctica intimidatoria, “Nuestras mujeres los cocinarán con chile”. Existen vestigios de vasijas de barro en cuyos bordes se encuentran grabados brazos y piernas que asoman; alegoría de los “pozoles humanos” referidos en el número de enero de Letras Libres por Pablo Escalante Gonzalbo:

Estos pozoles se hacían en grandes banquetes que no parecen haber sido exclusivos de la nobleza… hay una interesante “comunión” entre nobles y plebeyos en el episodio de la antropofagia tal como la practicaban los mexicas. Cuando se arrojaba escaleras abajo el cuerpo del guerrero cuyo corazón se había extraído en lo alto de la pirámide, esperaba abajo el guerrero responsable de la captura. Se arrancaba una pierna al cuerpo, ya descoyuntado tras la caída, y esta se reservaba para ser guisada en las grandes ollas de palacio; el resto del cuerpo era entregado al captor, que lo llevaba a su barrio para ofrecer un gran banquete… Es interesante observar que, mientras en el barrio los parientes y vecinos comían ese pozole, lo mismo hacían, con la pierna, los nobles que eran alimentados en palacio… es por esta razón que cada fémur colgado en la casa de un hombre que había participado en la guerra equivalía a un prisionero, pues el otro fémur pertenecía a palacio, donde podía ser usado para hacer un güiro, una flauta u otra artesanía u ofrenda.

Recuerden que mañana, en el cine club, exhibiré El golpe. Mientras tanto: Bon Appétit!

jueves, 21 de enero de 2010

Una noche larga



En lo que fuera el Autocinema Las Torres ubicando en una colina que procura una hermosa vista nocturna de Monterrey, con la complicidad del DJ Tiesto, el aire y cosas que me callo, la de anoche fue, en el sentido que le confiere Cerati a la expresión, una noche larga. Es posible que haya materializado un anhelo de Morábito:

Me habría gustado
probar todas las jaulas
y cada vez salir sonriente,
hacer del escapismo un arte

También podría decir, tomando por asalto a Las bodas de Fígaro, come la notte i furti miei seconda.

miércoles, 20 de enero de 2010

Ruina de la infame Babilonia



El próximo lunes 8 de febrero se cumple un año del fallecimiento del vate Marco Antonio Montes de Oca, por ese motivo dedicaré el Círculo de Lectores de ese mes a honrar su memoria.

Montes de Oca (1932-2009) fue un poeta poderoso, su primer poemario, Ruina de la infame Babilonia, data de 1953 y en él ya se advertía su duende. Transcribo a continuación unos fragmentos:

…está extraño el mundo
y se defiende contra el fuego que lo inventa.
Por eso más vale no acordarme,
no mirar el sitio
donde es repartida y destazada
la yema de mi juventud,
amargo sol caído
en que medran los gusanos.

Necesito más ojos o menos lágrimas,
vigor para colgarme
con ambas manos del párpado,



Me duelen todos los jardines de la vida.
Me duele que la vida no me duela



Nunca estuvo tan extraño el mundo:
afilan los niños sus uñas en la cuna,
la barda enseña al sol los claros dientes



¿En un mundo más estricto
no seríamos fantasmas?



***

La leción de Marek. Asistí anoche a la plática de Marek Keller a propósito de Juan Soriano. La charla de Marek fue una lección de sencillez, idéntico rasgo también se advertía en Juan. Son como el bambú, mientras más altos más se inclinan.

martes, 19 de enero de 2010

Newman



Admiro en Paul Newman al actor pero más al hombre; mientras vivió rezumó humanidad. Por ello haré coincidir la función de mi cine club con el aniversario de su nacimiento, el próximo martes 26 de enero (Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT, 18:30hrs), proyectado El Golpe, uno de sus trabajos que le dieran fama y fortuna.

¿Cómo descollar una entre las tantas películas de Paul Newman? Pude privilegiar a The Hustler o a su inopinada continuación, El color del dinero, con la que obtuvo el Oscar. Pero me temo que ambas sólo nos interesan a una minoría.

Newman envejeció con elegancia. Coincido con Antonio Sarabia en que Nobody´s Fools es una película perfecta. No sólo es una de las mejores de este destacado actor, rodada ya en el invierno de su vida, sino una de las mejores del cine, a secas. También hay que decir que cerró su brillante carrera con broche de oro, bajo la dirección de Sam Mendes, en Camino a la Perdición.

A la profesora Juana Elia Puente le hubiese gustado escuchar lo que tengo que decir a propósito de La gata sobre el tejado de Zinc. Pero presumí que tratándose de un trabajo de juventud, hablaría más de Tennessee Williams que del actor que nos ocupa… también la descarté. De manera que me deslindé, eludiendo el inicio y el fin, por el centro, digámoslo así, de su carrera.

En 1969 los astros se alinearon y colaboraron Newman, Robert Redford (actor) y Geroge Roy Hill (director) en una película que terminaría por ser un clásico: Butch Cassidy and the Sundance Kid. En 1973, El Golpe juntaría al mismo equipo para repetir –y para mi gusto, superar- el éxito de la anterior. Es una de esas historias que fascina por la trama en la que descansa: la posibilidad del atraco perfecto. Los que ya la vieron la recordarán con cariño; los que no, entenderán por qué a veces, y sólo a veces, el cine se justifica como séptimo arte.

***
UP. Por doquier se cita a las mejores películas del año. Recelo de cualquier lista que no incluya a UP. ¿Por qué me parece sobresaliente? Porque en ella el viejo parece viejo, el niño parece niño y el perro parece perro, y eso, créanme, no es mérito menor.

viernes, 15 de enero de 2010

Soriano, escultor



Tabasco tuvo su edad de oro cultural en el sexenio de Enrique González Pedrero. De aquella época data la remodelación del Parque Tomás Garrido Canabal; como parte de esos trabajos se colocó una escultura de Juan Soriano, un Toro frente a la Laguna de las Ilusiones; solía verla cada que iba a correr a tan hermoso lugar. Quizá ese trabajo suyo fue mi primer acercamiento a la obra del artista.

Juan Soriano (1920-2006) nació en Jalisco y siendo un muchacho se trasladó a la ciudad de México a estudiar pintura; muy pronto trabaría amistad con Los Contemporáneos. La nómina de sus amistades impresiona a cualquiera: María Zambrano, María Félix, Novo, Villaurrutia, Paz, Tamayo, Arreola, Juan García Ponce y un largo etcétera.

Sus trabajos escultóricos (apenas una de sus facetas) dieron personalidad a muchos espacios públicos del país; lo mismo El Toro que señalé en el primer párrafo que La Paloma de MARCO (Monterrey), La Luna del Auditorio Nacional (Ciudad de México), La Ola del World Trade Center (Guadalajara). Cuento todo esto porque desde la próxima semana podremos ver en Nuevo Laredo algo de la obra de este singular artista, uno de mis favoritos.

Era agradable escucharlo platicar, cuando relataba alguna diablura sus ojos se iluminaban como los de un chiquillo. Recuerdo la ocasión en que una periodista hurgando en su vida le preguntó a qué se dedicaban sus padres; la respuesta de Soriano: ¡a joderme!

Si como insinuaba Octavio Paz, López Velarde fue un abuelo joven, Juan Soriano fue un adulto niño.

miércoles, 13 de enero de 2010

3 días en la Huasteca Potosina



31 de diciembre de 2009. El problema con los lugares de atractivo natural es el hospedaje y la comida. Recuerdo cuando hace años me desplacé a Angangueo; al bajar del cerro, santuario de las Monarcas, tenía tanta hambre que comí lo que había (y lo que había mi memoria ha querido olvidarlo). Eso no ocurre en la Huasteca Potosina. Una cadena de hoteles boutiques llamados Huasteca Secreta provee hospedaje confortable y buena mesa. El Meco (donde aparezco en la foto) es una de las tantas del circuito de cascadas del lugar. Con ese torrente y ese azul imposible como fondo cerré el año.

1 de enero de 2010. No me levanté de la cama. Me leí de un tirón Muerte Parcial de Juan Villoro y comencé la lectura de Cielo de invierno de Luis González de Alba. Una cita del primero fue déjà vu: “cuando las cosas empeoran, yo mejoro”.

2 de enero de 2010. Visité Xilitla. Es un pueblito enclavado en la serranía; es por ello que de lejos es admirable pero de cerca decepciona. Como sea, es el punto obligado si se quiere visitar Las Pozas, lugar elegido para una de sus residencias por el excéntrico y acaudalado escocés Edward James. Lo delirante de las construcciones, confundidas con la vegetación local, destaca por extraordinario.

Aprendí una palabra: “Peristilo”, el diccionario la define como lugar rodeado por columnas; y era el nombre del restaurant donde comí un filete de pecado a la mantequilla con nieve de frutas del bosque.

He dejado para el final lo grabado por James en lo que ocasionalmente fue su morada: “Mi casa tiene alas, y a veces, en la profundidad de la noche, canta…”

martes, 12 de enero de 2010

Morábito: el verde más oculto



Hoy hablaré (Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT, 19:00hrs.) de la narrativa de Fabio Morábito sin descuidar al poeta. En estas noches “de duro cierzo invernal” se agradece la calidez de los buenos versos.

Morábito, poeta elemental, en un tramo de su vida escribió:

Mi edad más frágil
dio comienzo,
de ahora en adelante
no sanaré del todo
ni volveré a saber a ciencia cierta
qué me duele.



Hundirse en el anonimato,
no contestar saludos,
aligerarse como un corcho.
Invertebrarse casi,
dar todo lo de uno
sin espanto.
De ahora en adelante
hay que emboscarse
llegar al verde
más oculto.

Fabio Morábito, nacido en Alejandría, de ascendentes italianos, naturalizado mexicano, traductor de Montale entre nosotros, me enseñó a despreciar el adorno y algo más sutil:

…los versos no se inventan,
los versos vienen y se forman
en el instante justo de quietud
que se consigue,
cuando se está a la escucha
como nunca.

Esta noche, escuchemos a Morábito.

lunes, 11 de enero de 2010

Las bicicletas de Aceves Navarro



Coloridas y ligeras, se les ve por la ciudad, se trata de la bicicletas del escultor y pintor Gilberto Aceves Navarro. En petit comité posé con unos amigos ante ellas luego de compartir en casa los tamalitos de chipilín preparados por mamá y que suelo traer de regreso de mis navidades en Tabasco. En la foto, de izquierda a derecha: Antonio Sarabia, yo, Daniel y Antonio Sánchez.

Por sus inicios como asistente de Siqueiros no falta el despistado que ubique a Aceves Navarro en la Escuela Mexicana. Basta con apreciar su técnica, sus obsesiones ajenas al panfleto educador, para incluirlo, y se puede incurrir en desatino, en la Ruptura.

Su padre lo abandonó (de él, en sus palabras, sólo heredó la diabetes) y su madre, cantante de ópera y loca, lo despreció. Casó con Raquel Rodríguez Brayda Longoria, norteña de familia acaudalada; su compañera por más de 40 años. No la presenta con nadie pero se debe a ella leal y amoroso.

Del libro Trazos y revelaciones, entrevistas de Silvia Cherem con diez artistas mexicanos, procede la información anterior y la siguiente anécdota:

…nació y creció sin nombre. Su veleidosa madre…lo llamaba simplemente “El niño”… sólo hasta que cumplió tres años, por presión de la abuela, aceptó registrarlo.
-¿Y cómo le vamos a llamar?- preguntó la juez.
- Ay, me da igual –respondía remilgosa.
-Póngale Gilberto, yo tengo un novio muy querido que así se llama- le aconsejó la funcionaria.
-Pues póngaselo. Y añádele Horacio.
Ya encarrilados, la abuela que era “rezadora y cabulera” no quiso quedarse atrás: “A mí me gustan los nombres del santoral. Nació el día de las Mercedes y los Pafnuncios”.
Así, Gilberto Horacio Pafnuncio Aceves Navarro dejó de ser “El Niño”. En palabras del artista: “Viví jodido y encabronado con mi nombre. Si la susodicha hubiera estado enamorada de Epigmenio o Epimeteo, así me hubieran puesto.”
***

Tabasqueño, qué se le va a hacer! Acaso por influjo de las ceibas, a los tabasqueños nos fue negada la modestia. Cuenta Aceves Navarro que el profesor que más le impresionó por su destreza verbal fue mi paisano Carlos Pellicer. El poeta se sabía tan por encima del medio pelo que en un arrebato confesó: “Poetas en América somos nones, y no llegamos a tres”.

viernes, 8 de enero de 2010

Encuentro intempestivo

En el pasillo de revistas de Walt Mart la buenafortuna es cicatera pero se deja ver, como ocurrió anoche, en forma de libro. De manera que adquirí El curioso caso de Benjamin Button; se sabe que Fitzgerald escribió este cuento inspirado en un comentario de Mark Twain: "... era una lástima que el mejor tramo de nuestra vida estuviera al principio y el peor al final".

Se encontraba hojeando una revista justo enfrente de un cartón fijado por la tienda donde se ruega "favor de no leer las revistas", saltando todo protocolo exclamó:

Personita: ¡Se nos fue Sandro!
a.a: ¿A dónde?

****

Los otros (aquí). La luz roja del semáforo me detiene en el crucero de López de Lara y 15 de septiembre. Un voceador abrigado y con pasamontañas exhibe los periódicos; en uno de ellos, en titulares, se lee "Lo mató el frío" . La luz cambia a verde.

miércoles, 6 de enero de 2010

Soy porque somos



El flagelo del SIDA ha dejado una legión de huérfanos en Malawi, la mayoría de ellos también contagiados; si a la orfandad se le suma pobreza e ignorancia el resultado estremece. Lo anterior viene a cuento porque ayer vi el documental producido y conducido por Madonna, I am because we are, trasmitido por HBO, con participaciones notables como las de Bill Clinton y Demond M Tutu.

En cada rostro de esos niños africanos, pese a todo sonrientes y juguetones, hay una demanda no pronunciada: ¡Ayúdame! La cavilación es inminente: Algo esta podrido y ese hedor obnubila. No he sido el buen hombre que debiera. No he sido solidario.

La otredad fue una preocupación central en la obra de Octavio Paz. Si para Sartre el infierno eran los otros, Paz veía en ellos el elemento que nos dota de significado:
...
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida —pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
...

***
El Círculo de enero. Acompáñenme el próximo martes 12 a eso de las 7pm en la Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT a disfrutar la obra de un autor enemigo del adorno: Fabio Morábito.