martes, 5 de agosto de 2008

Primeros de agosto


no sucede a menudo

pero hay días

como estos

en que fragante resplandezco

y si llueve florece

y el camino no es largo

y me embriaga el aroma de las mejores rosas

y por todo sonrío

y en mi cielo las nubes dibujan una ardilla

y las horas son leves

y la luna en Laredo es saeta andaluza

y me duermo tranquilo

y me digo quedito que ha valido la pena

llegar a este momento




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