jueves, 28 de agosto de 2008

De una sola manera se pronuncia tu nombre


Inmensa alegría me ha dado saber que dentro del progrma del FIT de este año se contempla la presencia en nuestra ciudad de Víctor Manuel y Ana Belén. Ellos fueron, tiempo ha, el camino hacia los versos de Garfias y Alberti. Por ese sólo mérito ocupan, desde entonces, un sitio de honor entre mis querencias. Lo anuncio desde ahora: ahí estaré coreando sus canciones y rindiendo los honores.

De Victor Manuel aprendí verdades elementales ("sé quién es amigo de verdad/sé bien dónde está/ nunca pide nada y siempre da") algunas de sus lineas me parecen más meritorias que la de tanto dizque poeta, ya bisoño, ya provecto. Aqui van algunas que, de paso, reflexionan sobre ese alto y noble valor: la libertad.

"De una sola manera se pronuncia tu nombre
en tus pliegues antiguos nada malo se esconde
como todas las cosas que nos hacen mejores
te secuestran algunos con siniestras razones

...

los que siempre pretenden manejarte a su gusto
que tu seas tan libre les parece un insulto
en el pájaro, en el aire, se te puede encontrar,
en el rastro que deja la estrella fugaz,
de una sola manera se pronuncia tu nombre, libertad"

Y cuanta razón tenía, la libertad o es libetad a secas, sin adjetivos, o no lo es.

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miércoles, 27 de agosto de 2008

Pitol, la libertad

Me encuentro en un estado eufórico, ahora que trabajo en un ensayo sobre Sergio Pitol advierto que me estimula poderosamente aproximarme a este escritor al que no dudaría emparentar con mis dos grandes maestros: Octavio Paz y Jorge Luis Borges.

Como ellos, Pitol es un hombre de letras. Detrás del escritor, o codo a codo, hay un lector infatigable. Cuando uno le lee queda la sensación que, como aquellos, lo ha leído todo.

Después de la jornada laboral, me desplazo todas las tardes a la Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT y permanezco en ella hasta su cierre. Es un lugar idoneo para leer y trabajar sobre Pitol pues cuenta con todos los tomos publicados de su Obra Reunida.

Por estos días he vuelto a reflexionar sobre la Libertad. Me alegra toparme con esta cavilación de Pitol que no dudaría en largar a cualquier escritor y, si me apuran, a cualquier artista:

"¡La libertad absoluta! Nadie sabe exactamente lo que eso es. Yo la concibo como una posibilidad de no adular a los poderosos, ni de arrodillarme para lograr premios, homenajes, becas o cualquier otra canonjía."

Finalmente, y apercibido de que un reconocimiento personal no aporta nada a su estatura y con el afán no del gratuito elogio sino de justipreciarlo, he de afirmar: si me demandasen el nombre del escritor mexicano que en estos momentos domina nuestras letras; lo tengo a la mano, Sergio Pitol.

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lunes, 25 de agosto de 2008

Cuando por fin teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas


George Steiner aviva la discusión intelectual con su nueva serie de ensayos "Los libros que nunca he escrito". Juan Cruz le visita en su casa en Cambridge y platica con él. George Steiner, sostiene:

La mejor definición de la vida la hizo Samuel Becket: "Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor."

... la cultura y el humanismo no son enteramente inocentes ni positivos. Walter Benjamín decía que toda gran obra está colocada encima de una montaña de inhumanidad.

Nunca debemos olvidar que durante el esplendor de Florencia, en los tiempos de Miguel Ángel, Leonardo y los Medici, cada mes morían asesinadas muchas personas bajo el Ponte Vecchio. Nos olvidamos de cuánta salvajada ha existido en las grandes culturas.

Lo que ocurrió en Irlanda es un milagro; puede que no le guste Tony Blair, pero si a este hombre no le dan el Nobel de la Paz... Estuvo negociando durante diez años sin perder los nervios ni la paciencia.

Hegel decía que toda nueva tecnología es una nueva filosofía. Bill Gates o sus ingenieros han cambiado al mundo. Google ha cambiado la percepción, la memoria, el cómo nos comunicamos... Según estudios recientes sobre la memoria, no estamos muy lejos de implantarles chips de memoria a personas con alzheimer. Les darían un pasado artificial. Si eso ocurre ¿qué pasará con el yo?

Creo firmemente en el derecho a la eutanasia. Es un error envejecer sin dignidad... (en cierta cultura esquimal) cuando llega el invierno, los jóvenes obligan a los mayores a salir de la casa o del iglú, a morir, para que puedan sobrevivir los jóvenes.

Soy un optimista de la catástrofe... En las trincheras, durante el blitz, la gente leía a Dickens, a Homero y a Shakespeare. Cuando las cosas van mal, la gente vuelve a la calidad.


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domingo, 24 de agosto de 2008

Uno


Acaso uno de los empeños de la literatura consista en dotar de significado a una interrogante común a todas las épocas y a todos los hombres, ¿quién soy?

Sergio Pitol, nos obsequia una aproximación: "Uno, me atrevo a decir, es los libros que ha leído, la pintura que ha conocido, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas."

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jueves, 21 de agosto de 2008

Sergio Pitol reflexiona sobre "El desfile del amor"


En 1984, con su novela “El desfile del amor”(*), Pitol obtiene en España el premio Herralde de literatura; comienza así su internacionalización, y habría que añadir su mexicanización, ese galardón, hay que decirlo, le dio visibilidad entre nosotros.

En sus palabras: “ La novela se tradujo a varios idiomas, pero su mayor efecto lo tuvo en México. Hacía muchos años que yo escribía desde Europa y publicaba en México en ediciones de pequeño tiraje. Mis libros recibieron por años aquí muy escasa atención crítica. Tuve desde el principio un puñado de entusiastas, pero también algunos malquerientes, que consideraban mi narrativa anticuada, fuera de moda, debido, entre otras razones a que mis personajes no hacían ejercicio físico y se pasaban el tiempo hablando de pintura o literatura. El premio español modificó el panorama, mis lectores aumentaron y la crítica ha terminado por situar mi obra en el canon de la literatura mexicana.”



(*) El que desee abundar sobre esta novela, y a falta de algo mejor, podrá acompañarme a la lectura mensual de mi Círculo de Lectores; la cita es el lunes 25 de los corrientes al filo de las 19:00hrs (se ruega puntualidad inglesa) en la Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT.

martes, 19 de agosto de 2008

Horizontes


Escribo estas pocas líneas una tarde lluviosa de agosto, para mi y para todo aquel que por una vez al menos, abandonó su tierra; quedando atrás la bendición de la madre, los llorosos ojos del hermano y adelante la nada, el horizonte. Los que exhaltados apostamos por un, ya cierto, ya ilusorio, mejor puerto de abrigo y al pasar de los años nos sorprendemos viendo llover tras la ventana.

Mientras escucho el sentido canto de Jean-Jaques Goldman confundido con el golpe insistente de las aguas advierto que ya lo he vivido:

Puisque ta maison
Aujourd´hui, c´est l´horizont

Hacia la noche posiblemente lea de nuevo los versos de aquel poeta que me heredo la fuerza por no decir la furia:

Yo soy un hombre del sur
polvo, sol, fatiga y hambre
hambre de paz y horizontes
hambre

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lunes, 18 de agosto de 2008

Ledger



El cuerpo del actor Heath Ledger fue encontrado, en su departamento del Soho, en Manhattan, por su ama de llaves y su masajista la tarde del pasado 22 de enero. Su muerte fue provocada por el consumo inmoderado de una serie de fármacos.

Ya para ese entonces se encontraba en postproducción “El caballero de la noche”, la secuela del Batman de Nolan; donde Ledger dio vida a El Guasón. Esta cinta puso en entredicho varios paradigmas. Desde el film precedente, “Batman ,comienza”, Christopher Nolan demostró que se podía superar el ingenio de Tim Burton. Nolan dotó al hombre murciélago de una nocturnidad y dramatismo del que carecen las películas que le precedieron. La frase hecha de que nunca segunda partes fueron mejores “El caballero de la noche” la manda al basurero. Pero, más importante aún, nos obsequió un personaje para la posteridad: The Joker.

El primero en advertirlo fue sir Michael Caine. Se cuenta que en la secuencia en la que compartía con Ledger al verlo actuar enmudeció. No tardó en afirmar que el guasón de Ledger nos haría olvidar al de Jack Nicholson. Tenía Razón, el trabajo de este último comparado con el de Ledger es una broma de mal gusto; su Joker no es más que Nicholson disfrazado de payaso. El guasón de Ledger es otra cosa: un esperpento abismal.

La cinta toda tiene muchos meritos; el apego al género del comic, el ritmo trepidante, un reparto de primera; pero toda esa magnificiencia se opaca cuando el Joker entra en acción. Los eclipsa, se los come.

Sabemos que el estudio y la construcción de ese personaje perturbó a Ledger: el insomnio le visitaba de continuo.

Si usted quiere conocer a un actor pruebe a ver “Brokeback Mountain”, la cinta con la que Ledger consiguió una nominación al Oscar encarnando al vaquero gay Ennis del Mar, y luego vea “El caballero de la Noche”. Comprenderá lo que es trabajar un personaje hasta los huesos.

Poco importa que la Academia admita la nominación de Heath Ledger y conceda otorgarle el Oscar a la mejor actuación; la voluntad de los jurados suele ser burriciega. El mejor premio ya lo obtuvo: el respeto de sus pares y el arrobo del espectador. Marlon Brando nos dio a Vito Corleone; Ledger a The Joker.

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viernes, 15 de agosto de 2008

La vida es perra y al final te mueres


Anoche dormí poco y mal. Por estos días he cavilado sobre la lamentable muerte del joven Martí y la previsible impunidad de sus ejecutores. Para colmo, resolví ver Funny Games de Michael Haneke. A Haneke le sigo la pista desde "La pianista"; con este nuevo trabajo suyo no me queda duda, estamos ante un cineasta extraordinario.

Un amigo(1) afincado en Laredo Tx, aunque nacido mexicano ha adoptado, como es natural, expresiones coloquiales de los gringos; rescato aquí una en particular: Life´s a bitch and then you die. Esa frase podría ser el slogan perfecto de Funny Games.

No tendré el mal gusto de refir la historia, tan sólo adelanto que pocas veces he visto tanta crueldad y absurdo junto. La música, perfecta; el manejo de cámaras, ideal; un elenco solvente encabezado por dos actores ya probados como efectivos: Naomi Watts y Tim Roth.

Da gusto encontrarse con un director inteligente. ¡Bravo Haneke! Como diría mi abuelo: Usted sí sabe.



(1) Alex, por cierto, espero informe pormenorizado de vuestro paso por San Diego y L. A.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Noticia de sobremesa


El salmón puede ser mi platillo favorito. (Me pregunto cuánto de mi predilección por él obedezca a que nada a contracorriente.) Particularmente el salmón a la Queti. ¿Y cuál es ese? Sencillo: el que me prepara mi amiga Queti Figueroa. Entiendo que lo adereza con finas hierbas, lo hornea y... adivinaron: hay receta secreta.

Hallábame en la sobremesa, al salmón siguió un flan de guayaba imposible de verbalizar, cuando por Paty, hermana de Queti, recién llegada del DF, me entero que en Bellas Artes se ha montado un homenaje a la Rivas Mercado. Sólo dos mexicanas se disputan mi celo: María Felix Y Antonieta Rivas Mercado.

El conjetural hecho de que Elena Poniatowska y Fabienne Bradu eligieran, cada una por su lado, novelar las respetivas vidas de Tina Modotti y Antonieta Rivas Mercado; habla más de estas dos escritoras contemporáneas que de las biografiadas.

Hay tantos motivos para recordar a la Rivas Mercado. No los enunciaré ahora. De momento sólo quisiera invitar a los que radican o viajan por estas fechas a la Capital a que se acerquen a Bellas Artes; no lo duden un segundo.

(Lindísima Antonieta, no habrá otra como tú. A caballo entre dos siglos, y desde uno de los límites donde comienza o termina, según se vea, ese gran país al que tanto amaste, sin para ello juzgar necesario disfrazarte de india tehuana, te saludo. A tus pies, eternamente.)



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lunes, 11 de agosto de 2008

De los cuadernos de Salvador Elizondo


La semana pasada recibí el número de agosto de Letras Libres. Un fragmento de mi descanso dominical lo emplee en la lectura del ejemplar. Por la felicidad que me provocan, comparto aquí unas líneas de Salvador Elizondo.

(Abro un paréntesis: Letras Libres, en un país como el nuestro que se engolosina en la derrota, es una anomalía. Y lo es porque se trata, reto a que se me demuestre lo contrario, de la mejor publicación latinoamericana en su género. Compensa saber que apaleados, como salimos, en justas deportivas y en otros terrenos; en materia de revistas literarias, gracias a Letras Libres, se nos pueda medir con los mejores y cantar victoria. Entre mis pocas vanidades se encuentra ser suscriptor de esta publicación desde su fundación. Me resulta incomprensible el ninguneo que la revista dirigida por Enrique Krauze ha tenido en un espectro de nuestra intelectualidad. Allá ellos. Más tarde que temprano, y a toro pasado, se darán cuenta del error, y claro, y como siempre, cuando esto ya no importe.)

Algo de lo que soy es resultado de mi trato con la inteligencia de Salvador Elizondo. Desde su estrella sigue alumbrándome sendas. Su viuda, la fotógrafa Paulina Lavista, ha concedido a Letras Libres la primicia en la publicación de fragmentos de los Cuadernos donde Elizondo, a manera de diario, registró sus impresiones. Reproduzco ahora algunas de ellas.

JUÁREZ: “(Miércoles 26 de abril de 1972)… era un ser lamentable en la medida en que carecía de la virtud más alta que hubiera podido o debido tener: la clemencia. La grandeza de Juárez es la del rechazo de la más alta posibilidad de ejercicio moral que le es dada al hombre: la de perdonar, la de no castigar, la de olvidar y seguir. Con la muerte de sus enemigos, una muerte que él podía haber evitado, su memoria se envilece, porque la vida vale más que el derecho ajeno y porque toda ley –si en ella se escuda su rigor- que obliga a matar a los hombres debe ser desobedecida hasta la muerte, pues, por encima de todo derecho, lo primero que hay que respetar es la vida… La vida de un criminal vale tanto como la de un santo en la medida, solamente, en que ambas son vidas humanas y no hay todavía manera de saber si la vida es un don o un castigo.”

PAZ: “(Sábado 10 de febrero de 1973)… Octavio me repitió los elogios de mi libro que le había hecho a Montes de Oca. Que mi libro era el mejor del año. Lo que no sé es de qué año”.

BORGES: “(Domingo 9 de diciembre de 1973) Ayer fue la grabación del programa de TV con Borges. Fue una experiencia muy interesante para mí porque fue la primera vez que hablé con Borges –en términos estrictamente profesionales… Es la primera vez que veo a un escritor absoluto. Debería anotar todos los detalles… Un ciego imaginó a la mujer más bella, otro a la más sensual. Borges, a la más interesante, a pesar de que no le interesan las mujeres, y también es ciego.”

viernes, 8 de agosto de 2008

Nuestras bibliotecas


Debo a la lectura matutina de un artículo del día publicado en Hojalata (suplemento semanal de Lider), bajo la firma de Paloma, enterarme de que una de las bibliotecas de nuestra ciudad se llama Emiliano Zapata. Y me pregunto, sin ánimos de jorobar, ¿qué no les bastó con tanta calle, ejido, ranchería, ciudad, como las hay, con ese nombre? ¿Es el adecuado para una biblioteca? Si se quiere nombrar un recinto dedicado a la lectura no vendrían más a pelo, tan sobrados como estamos, los nombres de Xavier Villaurrutia, Alfonso Reyes o Juan José Arreola, por tan sólo citar a tres magníficos.

Los nombres de las bibliotecas de Nuevo Laredo son, además de la aludida: José Vasconcelos, Profr. José María Martínez, Profr. Rubén Miranda Villalba y un par más que tuvieron el buen gusto de prescindir del nombre. Cualquier persona medianamente informada consentirá en la justeza de nombrar José Vasconcelos a un lugar de libros. Se entiende que aquellas otras con nombres de profesores no conocidos a nivel nacional aludan a glorias locales. Y no veo nada de malo en que un pueblo honre con sus nombres a lugares públicos. Es un modo más del cariño, pues se antoja recíproco y se infiere que estas personas a quien por ignorancia podemos desconocer fueron notables ciudadanos.

El que quiso homenajear a Zapata bautizando con su nombre a esa biblioteca pudo hacer algo mejor y más a tono: dotar al acervo del recinto con al menos un ejemplar de la biografía que preparó John Womack sobre el caudillo del Sur. Apostaría a que no hay tal.

Cuando se trata, como es el caso, de obras públicas, ¿que acaso no hay consejos ciudadanos o clubes culturales o científicos a los cuales consultar? y si los hubo; queda claro que, una de dos, o esos consejos no aconsejan o sólo están para hacerle el caldo gordo al caudillo cultural del momento, al alcalde de la hora, o más triste, al jefe delegacional o de manzana de marras, quienes terminarán por imponer sus veleidades.

Por lo que a mi respecta, y si a alguien le interesa, procuraría tratándose de espacios destinados a la lectura nombrar tales lugares con el de escritores, claro, pero premiaría a aquellos que manifestaron un amor desmedido por los libros, su cuidado y difusión. Si se tratase de celebrar a un nacional pensaría en don José Luis Martínez y allende las fronteras pensaría en Harold Bloom. A no dudar.

Todo lo anterior resulta anecdótico. Lo grave es que nuestros espacios para la lectura son poco visitados. Eso entristece. Procuro asistir a, digámoslo así, la biblioteca de mi barrio; que aunque es de una Universidad, está abierta al público y no es requisito ser estudiante o docente de la UAT (Universidad Autónoma de Tamaulipas) para hacer uso de sus instalaciones. Les estoy hablando de la Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT (mejor este nombre que el de Biblioteca Pancho Villa o Clavillazo), sede desde hace un par de meses del Círculo de Lectura que coordino. Es un lugar con amplísimo estacionamiento, iluminación y clima perfectos; con el silencio de rigor que se agradece y un acervo (lo he revisado de la A a la Z) decoroso.

Además de la pequeña pero constante batalla que he venido dando por promover el noble hábito de la lectura; en adelante daré otro, el de avivar esta biblioteca. Los que vivan por mi rumbo, dense la oportunidad de conocerla o acudan a la que les resulte más cercana. Es un desperdicio lamentable no aprovechar los bien equipados espacios con los que contamos; recordando a Esopo: el que no usa lo que tiene, nada tiene.

martes, 5 de agosto de 2008

Primeros de agosto


no sucede a menudo

pero hay días

como estos

en que fragante resplandezco

y si llueve florece

y el camino no es largo

y me embriaga el aroma de las mejores rosas

y por todo sonrío

y en mi cielo las nubes dibujan una ardilla

y las horas son leves

y la luna en Laredo es saeta andaluza

y me duermo tranquilo

y me digo quedito que ha valido la pena

llegar a este momento




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lunes, 4 de agosto de 2008

La soledad del Tlatoani



"La guerra de Galio" de Héctor Aguilar Camín fue, desde su publicación, recibida como una novela en clave de un episodio álgido de la vida nacional: el golpe al Excelsior de Scherer ordenado por Echeverría.

Es por ello que las colisiones naturales entre prensa y poder sea uno de los asuntos abordados. Reproduzco a continuación un pasaje. Donde dice Octavio Sala, entiéndase Julio Scherer; donde "La República", Excelsior.

"(Sala) la historia nos juzgará como cómplices de un crimen. Porque el presidente Díaz Ordaz le heredó a usted y a la nación un crimen. Y usted sabe cuál es.

-Lo sé, Octavio -dijo el Presidente-. Se refier usted a la matanza de Tlatelolco. Pero usted fue amigo del presidente Díaz Ordaz.

-Conocido, Señor -dijo Sala-. Y desconocido desde los hechos de Tlatelolco.

-A causa de lo publicado en "La República"- preguntó, afirmando, el Presidente.

-Asi es, Señor -dijo Sala.

-El presidente Díaz Ordaz cometió el error de aislarse luego de Tlatelolco -dijo el Presidente-. Y acabó encerrado por su propia soledad.

-La soledad no puede ser la excusa de un Presidente de México -dijo Sala-. La soledad es el oficio de los presidentes de México.

-El oficio de los presidentes de México es decidir, Octavio -dijo el Presidente-. Son titulares del poder ejecutivo.

-Decidir solitariamente, Señor -afirmó Sala.