En lo más profundo de la depresión económica de 1929 se lanzó al mercado el Duesemberg(*), en opinión de mi amigo Antonio Sánchez, uno de los autos más lujosos, caros y poderosos en la historia del automovilismo. (Dolores del Río llegó a poseer uno.)
Antonio Sánchez es la persona con mayor autoridad en la materia que conozco. Por él supe que el auto en el que pasean a Jessica Tandy en Driving Miss Daisy es un Hudson 1949. Y el carro en el que Susan Sarandon y Geena Davis se dan a la aventura, regalándonos con ello una de las películas que más amo, Thlema & Louise, es un Ford Thunderbird (1964 o 65).
Un Alfa Romeo Duetto Spider, diseñado por Pininfarina, es el conducido por Dustin Hoffman en El graduado. Si de glamour se trata ¿qué tal el Isotta Fraschini de la Swanson en Sunset Boulevard?
Se sabe que en algún museo se expone, en calidad de coladera, el Ford V-8, 1932, en el que masacraron a Bonnie and Clyde.
Es un Morgan 3-Wheeler de los 30 en el que llega, invitado por error, el enorme Peter Seller a The Party.
Antonio lloró en El Padrino II no por un ajuste de cuentas de la familia Corleone sino porque hacen volar un Alfa Romeo 6C-2500.
Paso por escrito todo esto porque sé que Antonio (la fuente de lo citado) no lo hará. Casi lo escucho decir, con el tono irónico que le caracteriza, "es una de las 15,000 cosas que no me interesan".
Aunque dotado de un vocabulario culto e ideas originales, Antonio desdeña la escritura. Borges nos recordó que algunos hombres con ideas atendibles jamás escribieron texto alguno; tres ejemplos soberbios: Jesús, Buda y Sócrates.
Mi amistad con Antonio sobrepasa la década. Me cuentan que en una charla sostenida en Estación Palabra, Mme. Bello se refirió a él como la persona más ingeniosa que había conocido en Nuevo Laredo.
Las Anécdotas de Antonio Sánchez son legión. Reproduzco una, cierto día me encontraba apesadumbrado y:
a.s.- Me parece que se te adelantó la crisis de los 40.
a.a.-¿En qué consiste esa crisis?
a.s.- Es el momento de tu vida en el que repasas lo que has hecho los últimos 40 años y te preguntas qué harás... en los 5 que te quedan.
En la historia de la humanidad muchos hombres, vanamente, persiguieron la vida eterna. Otros, más sensatos, se contentaron con la vivacidad. Antonio es de estos últimos.
¿Qué le puedo decir a alguien que me ha dicho tanto y tan bien dicho? Un día como hoy, pocas pero sentidas palabras: ¡Feliz Cumpleaños, amigo!
a.a
(*) La foto que se muestra es de un Duesenberg.