Carlos Fuentes recuerda a sus dos abuelas:
Una, oriunda de Sonora, era divertida, luchadora y feliz; la otra, de ascendencia alemana, era más severa. Me diero dos cosas. Por un lado, severidad, puntualidad y disciplina; por otra, alegría e invención.
El sano equilibrio de ambas herencias, de alguna manera, explica el éxito de Fuentes.
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