martes, 23 de junio de 2009

Woody se pregunta




En mi último viaje a Monterrey, visito Ghandi. Observo el llanto de mi American Express y ordeno un café. Abro la revista Lee +, doy con un artículo de Peter Gwillin sobre Woody Allen donde Woody se pregunta quién es su público. Leo más:

¿Quién es mi público? Nunca fueron colegialas, no son ni votantes republicanos ni la mayoría de los estadounidenses. Tampoco son intelectuales; podría señalar un montón de ellos que nunca han apoyado mi trabajo.Nunca he ganado una fortuna, siempre he exigido tener un control artístico total de mis películas, y siempre lo he tenido.

De vuelta a Nuevo Laredo entrego a Personita el ejemplar de Temporada de caza para el león negro que con tanto recelo solicitó. Lo pillo fijando una calcomanía en apoyo a Cristabell. Sin abandonar la tarea, me reclama la parquedad con que abordé el mencionado libro en este blog. ¿Por qué no dijiste más?, interroga. "Porque no tenía nada más que agregar", pienso sin decir, no vaya a ser que lo distraiga en tan peligrosa tarea.

Continúa Woody:

Hubo un tipo interesado en financiar una película mía que me escribió diciendo que respetaba todas mis libertades a la hora de trabajar y que estaría dispuesto a darme una cantidad de dinero equis -que se quedaba un tanto corta-, y que lo único que exigía era una sinopis de cinco páginas. Le escribimos un correo electrónico respondiéndole que yo no escribía sinopsis de cinco páginas ni para mí. Ni siquiera de una sola página. Nunca he pasado a quienquiera que haya financiado una película mía más de tres o cuatro líneas afin de aplacar sus temores más elementales: que es en color, que es actual...


Cela suffit.

a.a

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