jueves, 18 de junio de 2009

¿Quién diablos es Juanito?




El mesías López Obrador ha orquestado un nuevo galimatías político. Así resume Sergio Sarmiento, en su editorial de hoy, el batiburillo:

"Lo mejor que tiene el PRD son sus bases y por eso no los he mandado al carajo".

Andrés Manuel López Obrador


Clara se la ponen a los perredistas de Iztapalapa. Su candidato presidencial del 2006, Andrés Manuel López Obrador, los invita a votar para jefe delegacional, pero no por el PRD sino por el candidato del Partido del Trabajo, Rafael Acosta, quien para más confusión es conocido como "Juanito". Sin embargo, no deben votar por él para que gobierne sino para que renuncie después de ganar y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, le pida a la próxima Asamblea Legislativa que designe como jefa delegacional a Clara Brugada, quien ha sido descalificada como candidata por el Tribunal Electoral.

La otra opción para los perredistas de Iztapalapa es votar por Silvia Oliva, designada candidata del PRD por el Tribunal Electoral ante la resistencia del PRD capitalino. Pero como las boletas ya están impresas, en ellas aparecerá Clara como candidata del PRD.

A ver si todo está Clara, digo claro. Un voto por Juanito del PT, que en realidad es Rafael, es un voto por Clara, mientras que un voto por Clara será un voto por Silvia.

Clara no sólo tiene el respaldo de López Obrador -que hace campaña por el PRD en el DF, excepto en Iztapalapa, pero por Convergencia y el PT en el resto del país- sino de René Bejarano, quien ya no es miembro del PRD pero controla la maquinaria electoral del partido en el DF. La respalda también Alejandra Barrales, quien ya no es presidenta del PRD capitalino pero lo sigue controlando. Silvia, a su vez, es esposa de René Arce, ex jefe delegacional y hoy senador, y cuñada de Víctor Hugo Círigo, también ex jefe delegacional. La apoya igualmente Jesús Ortega, presidente nacional del PRD.

En el mitin del 16 de junio López Obrador rechazó los procedimientos antidemocráticos de la "mafia" que conspira en su contra y decidió obtener un respaldo democrático para su plan de apoyo a Clara. Pidió a los participantes un voto a mano alzada y todos aprobaron, sin un solo voto en contra o abstención. Lástima que los simpatizantes de Silvia se perdieron el mitin de Clara.

¿Qué ocurriría si Juanito, perdón Rafael, ganara la elección y quisiera quedarse como jefe delegacional? Andrés Manuel ya ordenó que esto no suceda. Antes de tomar su protesta, le dijo al candidato: "Si ganas, no te la vayas a creer. No es por ti. La propuesta es por Clara Brugada. ¿Te comprometes a renunciar?". El acongojado Juanito contestó: "Sí protesto".

Que una mafia controla todo el sistema electoral lo confirmó la propia Clara, quien reveló que César Nava, ex secretario particular del presidente Felipe Calderón y actualmente candidato a diputado federal por el PAN, convenció u obligó a los magistrados del Tribunal Electoral a votar en contra de ella. ¿Cómo hizo para lograr la unanimidad? Obvio. Es de la mafia.

Interesante que desde una tribuna López Obrador pueda dar instrucciones al jefe de Gobierno del DF para que, una vez que Juanito gane y renuncie, le proponga a la Asamblea que nombre a Clara como jefa delegacional. ¿Seguirá siendo Ebrard empleado de López Obrador? Más interesante es que Andrés Manuel pueda dar órdenes a los miembros de una Asamblea que ni siquiera ha sido electa para que designe a Clara como jefa delegacional.

Iztapalapa no es cualquier cosa. Su población de más de 1.8 millones de habitantes es la mayor de cualquier delegación capitalina y se compara con la de varios estados. Es muy difícil ganar elecciones en el DF sin Iztapalapa. La gran pregunta es si los votantes podrán seguir la Clara instrucción de Andrés Manuel.


Para abundar en lo expuesto por Sarmiento conviene observar estos videos (video 1 y video 2) en donde a las claras se advierte la perturbación mental que aqueja al mesías.

Todo esto a dado tela de donde cortar a Guillermo Sheridan que, como se sabe, trae al peje de la cola. En su Blog parodia el nuevo circo levantado por el bastonero de Macuspana.

De la caterva de impresentables que aparecen en esos videos es notorio que el bobo mayor es el señalado como Juanito. Y, ¿quién diablos es Juanito? Cuando Guadalupe Loaeza escriba la verdadera crónica de los empeños de su "presidente legítimo", a la medida y deseo del pontífice tabasqueño, por su inmolación, Juanito, será algo así como un nuevo niño héroe. Mientras esto ocurre, Reforma indagó sobre el aludido y encontró esto:

Rafael Acosta, candidato a delegado de Iztapalapa por el PT, mejor conocido como Juanito, fue torero... en el Centro Histórico.
Además de militar y haber trabajado en el PRD como operador político de Nueva Izquierda, se ganaba la vida como ambulante en el primer cuadro de la Ciudad, dentro del grupo de la lideresa Alejandra Barrios.
Entre sus anécdotas destaca que cuando llegó a trabajar con Silvia Oliva, su adversaria en Iztapalapa, se presentó como torero. La perredista lo cuestionó dónde había partido plaza, a lo que Juanito contestó: "no, soy torero en el Centro Histórico".
Tiene más de 50 años y asegura que su salida del PRD fue histórica.
"Fue histórico, estuvieron muchos medios ahí", dice.
Añade que la banda que porta en la frente representa "la lucha de Juanito contra el espurio Calderón, la lucha del pueblo contra los millonarios, el apoyo a López Obrador".
Es un hombre que vive solo y que asegura que hace seis años fue víctima de un atentado en el que murió su hijo Luis Acosta, de 23 años. Le quedó una bala en el corazón que en nada le resta salud para ser candidato del PT, pues dice que le fue peor cuando participó en una protesta contra Felipe Calderón.
"Cuando me metí a Palacio (Nacional), me golpearon, me tuvieron que operar del riñón y aparte yo ya llevo dos infartos, pero me siento bien gracias a Dios", afirma.
Juanito está que no se la cree.
En tres años pasó de ser el "Juanito Terremoto" de la Delegación Iztapalapa al "Juanito candidato de Andrés Manuel López Obrador".
Aunque inició su carrera como "operador político territorial" nadamás y nada menos que de Silvia Oliva, la candidata perredista a esa delegación, Rafael Acosta, "Juanito", se ha convertido en su oponente y en la pieza clave para el bloque de corrientes Izquierda Unida, que busca derrotar a sus compañeros de partido de Nueva Izquierda.
De 2003 a 2006, Acosta, mejor conocido como Juanito, candidato del Partido del Trabajo a la Delegación Iztapalapa, trabajó en el módulo de atención ciudadana de la entonces diputada local Silvia Oliva.
Su jefe directo fue Arturo Salazar, hoy funcionario de la Delegación Iztapalapa y entonces coordinador del módulo.
Salazar recuerda que el mote de Juanito le vino a Rafael cuando entrenaba a un equipo de futbol en esa Delegación, en el cual varios de sus jugadores por casualidad se llamaban Juan.
Desde entonces decidió autonombrarse así: "Juanito". Lo hizo público afuera de su casa, en la esquina de César Elpidio y Luis García, Colonia Santa María Aztahuacán Sur, cuyo inmueble se define como propiedad de Juanito, lo mismo hizo con su camioneta y no podía faltar el apodo en su propaganda como candidato a Delegado por el PT.
Juanito se convirtió la noche del martes en el elegido de Andrés Manuel López Obrador para canalizar los votos del PRD hacia el PT, en una estrategia electoral sin precedentes a fin de que Clara Brugada sea la próxima Delegada, después de que Juanito renuncie a ese encargo.
En el plantón postelectoral de Reforma en 2006, Juanito se alejó del equipo de Oliva y del entonces diputado local electo Daniel Salazar, para unirse a las filas de los duros del PRD. Se hizo amigo de Gerardo Fernández Noroña.
Desde entonces, fue común que Juanito apareciera en todos los eventos de ex vocero perredista, igual tirado en el piso que colgado de las rejas del Palacio Nacional. Esos fueron los esfuerzos del antes perredista, hoy connotado petista.
Nadie niega que Juanito es una buena persona, que es luchón y dedicado a lo suyo, que en su colonia lo quieren y reconocen no sólo por los 30 años que lleva de vivir ahí, sino por los eventos que organiza por el Día de las Madres, por el Día del Niño, aunque todos coinciden en que será difícil que pueda ganar la elección.
Pero ayer Acosta aseguró que con el apoyo de López Obrador y Clara Brugada va a ganar la elección por más de 300 mil votos.
En entrevista, reiteró su disposición a renunciar cuando sea candidato electo, para que Brugada pueda ser propuesta como sustituta, como propuso la víspera el tabasqueño y avaló ayer el Jef de Gobierno.
"A lo mejor a la gente que me apoya no les gusta que renuncie, pero yo voy a platicar con ellos", dijo.

Para abundar sobre el tipo de marras, Milenio lo entrevista.

Juanito, continúa Reforma, habla de él en tercera persona:

Rafael Acosta habla en tercera persona de sí mismo y lo hace por su sobrenombre. "Juanito" se sacrifica por el movimiento. "Juanito" ha dado su palabra. "Juanito" no renunciará, pedirá licencia. A "Juanito" le duele ser el sacrificado.
Acosta, candidato del Partido del Trabajo a la delegación Iztapalapa, saltó a los medios el martes cuando Andrés Manuel López Obrador anunció que, para sortear la revocación de la candidatura de Clara Brugada por el Trife, los votos que irían a la perredista se canalicen a "Juanito", quien al ganar renunciará en favor de ésta.
"Bueno, sí duele, pero vale la pena sacrificarse", dice. "(...) si es por nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, por qué no hacerse a un lado


Resumiendo, Juanito no sacrificará su eventual triunfo porque es un perfecto tarugo. No, lo hará por su inmarcesible amor por México.

a.a

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