lunes, 29 de septiembre de 2008

Lo que pasa cuando no pasa nada



Lo adquirí por internet dos semanas atrás; hoy, a través de una agencia de mensajería, lo recibo. La impaciencia por leer un nuevo libro de mi interés es algo que aún no controlo. Es la misma avidez que se manifiesta, digamoslo así, ante la promesa de una cita amorosa. Se trata de el Dietario Voluble de Enrique Vila-Matas. En el diario literario del autor catalán se leen registros como el siguiente:

Estoy en la plaza de Saint-Suplice, sentado en el café desde donde Georges Perec espiaba horas y horas lo que allí podía verse (Tentativa de agotar un lugar parisino), no lo que ya había sido antes catalogado e inventariado de esa plaza, "sino lo que generalmente no se anota, lo que no se nota, lo que no tiene importancia: lo que pasa cuando no pasa nada, salvo tiempo, gente, autos y nubes".

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