sábado, 5 de septiembre de 2009

Lecciones del maestro



En 1763, cuando Boswell conoce a Johnson, sumaban 23 el primero y 54 el segundo. Johnson fue un maestro para el joven Boswell y para generaciones que no se agotan en nosotros. Aquì algunas lecciones:

Sobre los textos de un escritor plagiario.
BOSWELL: ¿No hay en ellos imaginaciòn señor?
JOHNSON: “Sì hay en ellos lo que fue imaginaciòn, pero que es tanta imaginaciòn suya como lo que hay de sonido en el eco.”

Molestias minùsculas.
“Piense en lo insignificante que parecerà esto dentro de un año” Si esta consideraciòn se aplicara a la mayor parte de los minùsculos incidentes molestos de la vida, por los que nuestra tranquilidad es estropeada a menudo, impedirìamos muchas sensaciones penosas.

Estòmago.
“Algunas personas tienen una necia manìa de no preocuparse, o de querer no preocuparse, de lo que comen. Por mi parte, me ocupo de mi estòmago muy atentamente y muy cuidadosamente, pues creo que el que no se ocupa de su estòmago, no se ocupa de ningùn otra cosa”.


Palabras grandes/Cosas pequeñas.
“Se me ocurriò decir que serìa terrible si èl no encontrase un modo de volver ràpidamente a Londres... JOHNSON: “No se acostumbre a usar palabras grandes para cosas pequeñas.” No serìa terrible, aunque me viera detenido algùn tiempo aquì, La pràctica de usar palabras de magnitud desproporcionada es, sin duda, demasiado frecuente en todas partes...

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