lunes, 4 de julio de 2011

Blanco nocturno



Comparto un fragmento de Blanco nocturno, trama sobre las aparencias, sobre la percepción, sobre el reconomiento:

Usted en el campo sigue el rastro de un ternero, ve las huellas en la tierra seca, sabe que el animal está cansado porque las marcas son livianas y se orienta porque los pájaros bajan a picotear en el rastro. No puede buscar huellas al voleo, el rastreador debe saber primero lo que persigue: hombre, perro, puma. Y después ver. Lo mismo yo. Hay que tener una base y luego inferir y deducir. Entonces -concluyó- uno ve lo que sabe y no puede ver si no sabe... Descubrir es ver de otro modo lo que nadie ha percibido. Ese es el asunto.

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