domingo, 16 de agosto de 2009

Ingleses, sencillamente ingleses




En un alarde a partir del cual lo propio se asume superior a lo ajeno tenemos una serie infinita de discusiones en defensa, por decir algo, de La sultana del norte o El estado que lo tiene todo. Los tabasqueños, se sabe, presumimos de ofrecer un edén al visitante. Y así.

Cualquiera que en sus vacaciones cuente entre sus actividades la conversión de divisas sabe que el enaltecimiento de lo regional es, por lo menos, tonto.

Ahora que leo La vida del doctor Samuel Johnson de Boswell doy con un pasaje:

Mr. Olgivie estuvo bastante desafortunado al elegir como tema de su conversación las alabanzas de su país nativo... observó que Escocia tenía muchas y muy nobles perspectivas.
Johnson: Creo, señor, que ustedes tienen muchas. Noruega también tiene grandes perspectivas nobles; y Laponia es notable por sus prodigiosas y nobles perspectivas. Pero, señor, permítame que le diga que la perspectiva más noble que un escocés tiene siempre delante de los ojos, es la carretera que conduce a Inglaterra.

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La diputada y la educación: Habla Sarabia para comentarme que en el supermercado cercano a su domicilio hay oferta de libros. Me desplazo, y en efecto la hay; adquiero un par a precios módicos. A la salida, en el estacionamiento, todo una barda publicita una oferta de campaña de la entonces candidata y ahora diputada Cristabell Zamora, textualmente dice: "Nos preocupa tú educación". Por lo que a mí concierne, me preocupa su educación.

a.a

jueves, 6 de agosto de 2009

Las cartas de Dalton Trumbo



Ruidosas, divertidas, valientes, minusiosamente humanas; las cartas escritas por Dalton Trumbo en un periodo que va de 1942 a 1962.

Amoroso padre de tres hijos y esforzado esposo, había ganado prestigio como guionista, hacia 1945 era el mejor pagado en la industria holliwoodense. Como tantos, Trumbo fue un hombre razonablemente pacífico; no busco los problemas, estos dieron con él.

"Si quieres espantar a un país, persigue a su realeza, y Hollywood era nuestra realeza", sentencia el escritor norteamericano Víctor Navasky. Eran los días del telón de acero cuando el infame senador McCarthy ideó procesar a todos los sospechosos de filiación comunista; Los diez de Hollywood son las víctimas más notorios de la cazería de brujas, pero cayeron muchos más: entre ellos Trumbo.

Más que socialista, Trumbo fue un liberal. Pero el celo del estúpido no distingue matices, como otros del gremio, además de encarcelado, fue condenado a la clandestinidad; su nombre, al formar parte de la lista negra, en la que se incluía a todo sospechoso de promover el socialismo en suelo yanqui, no podía figurar en los créditos de los filmes. Los muchos guiones que escribió en aquella época los firmó con seudónimo; dándose el sorprendente caso de que uno de ellos, The brave one, firmado bajo Robert Rich, fue distinguido con el Oscar al mejor guión original en la ceremonia de 1957; como era de esperarse nadie de los ahí presente se levantó a recogerlo. Finalmente, ese premio le fue entregado en 1975. Fue hasta los sesenta que se le permitió aparecer en los créditos de las películas en las que intervino en esa década; destacan dos: Espartaco y Exodo.

Entre las peculiaridades de Trumblo se hallaba la manía epistolar. Escribía movido por la amistad o el disgusto. El tono divertido de muchas de ellas me hizo recordar a las que gustaba redactar el protagonista de Los cuadernos de Rigoberto (novela de Vargas Llosa). Por ejemplo, la que envía a la compañía de Teléfonos quejándose de sus tarifas va, más o menos, asi: "Queridos ladrones... advierto, por sus tarifas, que gozan metiendo la mano en el bolsillo ajeno". Y por esa vereda continúa.

Todas esas cartas reflejan sus filias y fobias, sus miedos y esperanzas; reflejan, en suma, al hombre que fue Trumblo. Supe de ellas a través del documental que lleva su apellido y que cuenta con las participaciones de Michael y KirK Douglas, Dustin Hoffman, Donald Sutherland, Paul Giamatti, entre otros. La dirección corre a cargo de Peter Askin y se deja ver.

a.a

martes, 4 de agosto de 2009

Agudezas de Samuel Johnson



El próximo mes se cumplirán 300 años de la llegada a este planeta del célebre escritor inglés Samuel Johnson (1709-1784), para conmemorarla dedicaré la reunión de septiembre a su memoria; con la lectura de Vida de Samuel de Johnson de James Boswell.

Las agudezas que el Dr. Johnson legó a la posteridad son infinitas; aquí van dos:

Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a los que no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.

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Las cadenas del hábito son generalmente demasiado débiles para que las sintamos, hasta que son demasiado fuertes para que podamos romperlas.


La cita es el lunes 7 de septiembre, 19:00hrs, Biblioteca del Multidisciplinario de la UAT.

a.a