miércoles, 10 de diciembre de 2008

Nobleza obliga

Tareas mil me agobian, para decirlo con palabras de Germán Dehesa, ando en piloto automático. Sin embargo no puedo dejar de mencionar algunos incidentes acaecidos por estos día, noblesse oblige.

FIN DE CICLO. El lunes pasado fue la reunión de fin de año del Círculo de Lectores. Va desde aqui mi gratitud a los gentiles anfitriones, el matrimonio Hinojosa-Deándar. (Abro un paréntesis: en 2009, salvo mención en contrario, las reuniones serán los primeros lunes de cada mes. Misma hora y Lugar. Iniciamos el lunes 5 de enero de 2009 con Gente así de Vicente Leñero. Les espero.) En la sobremesa se charló de tamas varios pero, acaso por su actualidad, dominó la discusión sobre el gobernador Moreira y la pena de muerte. "A la postre, los mejores", recuerdo rezaba el menú de un restaurant que visité en Madrid ya hace algún tiempo y ese enunciado califica el dulce final de la reunión. Era tan buena y variada la repostrería que mi amigo Antonio Sánchez, con el humor que le caracteriza, insinuó que estábamos errando el rumbo: en vez de Círculo de Lectura deberíamos montar un Cuadrado de Pastelería.

SUELE LLAMARME ALFRETTO, con esa entonación italiana que emplean todos aquellos que relacionan mi nombre con el fetuccini, yo suelo llamarla Madame Bello. Por varios años fue el alma de una revista artesanal, Cariátides, modeladora de la vida editorial de la ciudad; que en esta materia luce adarme de prescencia. Es una señora cortés y elegante. En los años que me ha distinguido con su amistad sobre todo hemos charlado de libros y autores. Intuyo que fue la admiración que ambos profesamos por la vida y obra de Juan García Ponce lo que generó la mutua simpatía. Hoy es su cumpleaños. Desde aqui la abrazo.

a.a

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